Oficiales, profanos, académicos, serios, bizarros y también inolvidables. De saco y corbata o con camiseta y botines. En el Senado, en la UNR, en el bar El Cairo o en la cancha de Central.
Oficiales, profanos, académicos, serios, bizarros y también inolvidables. De saco y corbata o con camiseta y botines. En el Senado de la Nación, en la Universidad Nacional de Rosario (UNR), en el bar El Cairo o en la cancha de Central. Desde su partida, el 19 de julio de 2007, el Negro cosechó tantos y tan variados homenajes como la simpatía que despierta su obra. Y el jueves próximo seguirá sumando: el Centro Cultural Bernardino Rivadavia pasará a llamarse Roberto Fontanarrosa. El reconocimiento será doble ya que vendrá acompañado de varias mejoras para el tradicional espacio (ver aparte).
La iniciativa fue aprobada ayer por la comisión de Nomenclatura del Concejo. El organismo, integrado por ediles, miembros de la Junta de Historia de Rosario y funcionarios del municipio, avaló por unanimidad la nueva denominación del centro cultural de San Martín y San Luis.
Lo que resta ahora es apenas un trámite administrativo: la comisión de Gobierno del Palacio Vasallo despachará hoy el proyecto que el jueves se aprobará en la sesión.
Entre otros fundamentos, la propuesta destaca no sólo las virtudes de la obra del humorista, escritor y dibujante rosarino sino el consenso colectivo que despierta su figura y el criterio de denominar a los espacios públicos con los nombres de hombres y mujeres de la ciudad.
La presidenta de la comisión de Gobierno, la radical Daniela León, destacó que el cambio de nomenclatura cuenta con el aval de todos los bloques y descartó su aprobación en la próxima sesión.
La decisión, explicó, "no es en desmedro de nadie sino en reconocimiento a la personalidad de Fontanarrosa, pensando que el mejor lugar para llevar su nombre no es una calle o una plaza sino el centro cultural más importante de la ciudad".
Con historia. La propuesta para bautizar Fontanarrosa al centro cultural fue presentada poco tiempo después de la muerte del humorista por el entonces concejal del PPS Alfredo Curi.
A la iniciativa se sumó el año pasado un grupo de Facebook y la colecta de firmas en distintos espacios públicos que, en poco tiempo, sumó unas 7 mil adhesiones.
La movida buscaba "reivindicar la figura de Fontanarrosa, pero también sacar de ese espacio la nefasta denominación de Bernardino Rivadavia, que tiene que ver con los orígenes del lugar como centro de prensa del Mundial 78, durante la última dictadura militar", señaló el director de la Casa de la Cultura Arijón, Armando Durá, uno de los mentores del cambio de nombres.
Finalmente, en abril pasado la intendenta Mónica Fein formalizó el pedido a través de un proyecto enviado al Concejo.
Entre las consideraciones del escrito, se apunta la necesidad "de hacer valer el consenso que este rosarino talentoso tiene en ella, homenajear su obra, perpetuar su memoria en las nuevas generaciones y, a la vez, reconocer, a través de él a los muchos rosarinos que, en distintos ámbitos de la cultura, la ciencia y la investigación, han dado a la ciudad su condición de capital cultural".
Plan integral
El Centro Cultural Bernardino Rivadavia no sólo cambiará su nombre por el de Roberto Fontanarrosa. Las secretarías municipales de Cultura y Planeamiento están terminando de elaborar un proyecto para refuncionalizar algunos sectores del edificio construido a fines de la década del 70 y mejorar la plaza seca que rodea al espacio de exposiciones de San Martín y San Luis. El objetivo de la intervención es dotar al centro cultural de una nueva imagen y, al mismo tiempo, ayudar a revitalizar una zona clave del área central rosarina que actualmente se muestra bastante degradada.
Por Carina Bazzoni / La Capital
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