La
candidata del Frente Progresista le sacó 22 puntos de diferencia a su rival del
Frente Santa Fe para Todos, Héctor Cavallero. Escrutadas el 99 por ciento de
las mesas, la socialista ganaba 52
a 30 y en tercer lugar se ubicaba el hombre del PRO,
Ricardo Schlieper, con 10 puntos. Fein agradeció a Miguel Lifschitz, quien
volvió a ser el candidato más votado en la ciudad, por la categoría senador, y
afirmó: “Rosario es progresista y lo seguirá siendo". En el Concejo, sin
embargo, se equilibraron las fuerzas
Ricardo
Robins
Mónica Fein será
la primera mujer que gobernará Rosario. La candidata del Frente Progresista
permitió al socialismo liberar un primer festejo en la ciudad, que a nivel
provincial debió ser contenido hasta la medianoche por la gran elección del
PRO. La diputada nacional pasó el 52 por ciento de los votos y le sacó más
de 20 puntos de diferencia a Héctor Cavallero, del Frente Santa Fe para
Todos -quien reconoció la derrota-. Más lejos quedó Ricardo
Schlieper, de Unión PRO, que si bien no repitió la elección de Miguel Del Sel,
sí logró un buen caudal de sufragios y se consolidó como tercera opción
con 10 por ciento.
Quien le levantó
el brazo a Fein fue Miguel Lifschitz, el mismo que la propuso como
candidata de unidad del socialismo cuando las internas del partido de la
rosa amenazaban con abrir una grieta en la hegemonía que el PS
construyó en la ciudad y mantiene hace 22 años. El actual intendente tuvo su
respaldo también en las urnas y fue otro de los grandes ganadores de la jornada
(sacó unos 56 puntos como senador departamental). De manera que el anuncio de
Lifschitz, pasadas las 22, desató la alegría en el búnker del
Frente Progresista.
En Rosario, el
objetivo estaba cumplido. "Mónica será la primera mujer intendenda
socialista del país", festejó Lifschitz. La celebración estalló
primero en la ciudad gracias a los datos de las mesas testigos del PS, que una
vez más fueron fieles a los números oficiales que se conocieron más tarde. A la
madrugada, escrutadas el ciento por ciento de las mesas, Fein tenía el
52,18 por ciento de los votos (unos 260 mil votos), Cavallero seguía con el
30,1 (algo menos de 150 mil) y Schlieper con 10,83 (unos 54 mil). Mucho
más atrás, en cuarto lugar, Edmundo Finkelstein, del Partido Obrero, llegaba al
1,27 por ciento.
Ya consagrada por
las mesas testigo del PS -que adelantaron esos 20 puntos de diferencia-, Fein
dijo sus primeras palabras como intendenta electa. “Rosario es progresista y
seguirá siendo progresista”, aseguró y agregó: "Rosario ha elegido, una
ciudad donde no le temimos al debate de ideas, no tenemos nada que
ocultar, seguiremos como lo hicieron Hermes Binner y Miguel Lifschitz".
La intendenta
agradeció el esfuerzo militante y dijo que "no ganamos por una campaña
publicitaria, ganamos por un trabajo de más de 20 años en esta ciudad".
Además, adelantó que "seguramente parte del actual gabinete me
acompañará".
Por su parte,
Cavallero reconoció la derrota y resaltó que “uno de cada tres rosarinos nos
eligieron para gobernar la ciudad” pero dijo ante la juventud K que es
necesario redoblar la militancia en la ciudad.
Desde el búnker
del PRO, el candidato Schlieper aseguró que más allá del resultado en la ciudad
esa fuerza “es la tercera opción de la gente que no quería votar al socialismo
ni a Cavallero, o sea el kirchnerismo".
Lifschitz,
senador y hombre fuerte para el 2015
Lo de Lifschitz
fue un festejo por partida doble: impuso a su candidata para sucederlo en el
Palacio de los Leones por amplio margen y arrasó en su categoría: obtuvo 56,35 por ciento de los
votos para ser senador del departamento. Es decir 354.934, unos 100 mil más que
Fein y también que el gobernador electo Antonio Bonfatti.
Segundo muy lejos
quedó Armando Perichón, candidato a ingresar a la Cámara alta por el Frente
Santa Fe para Todos, con 16,03 por ciento y tercera Laura Weskamp, de Unión
PRO, con 13,56.
Con esos
resultados, además de llegar al Senado provincial con un fuerte respaldo
y referente indiscutido del Frente Progresista, Lifschitz revalidó su
chapa de gran candidato y, aunque falta mucho, pica en punta para la
sucesión de Bonfatti dentro del Frente Progresista en 2015.
El nuevo
Concejo, mucho más equilibrado
Las victorias
claras y contundentes del partido de la rosa en Rosario tanto para intendente
como para senador no tuvieron su correlato en el Concejo. La lista del Frente
Progresista que encabezó Manuel Sciutto se impuso pero apenas
superó el 32 por ciento de los votos (20 menos que Fein y Lifschitz) y
le sacó poco más de siete puntos de diferencia a la nómina de Roberto
Sukerman, del Frente Santa Fe para Todos. Fue sorpresa la muy buena elección
del PRO, con 22 puntos (12 más que en el rubro a intendente y 9 menos que para
gobernador; otra rareza de la boleta única).
Con esos números,
la distribución de bancas sería entonces un 5-3-3 (ver los ediles electos y las listas). De esta
manera, el socialismo -que ponía en juego siete bancas y sumaba tres- queda con
sólo cinco de los nueve ediles propios que tenía. La UCR -con sus diferentes líneas
internas, algunos aliados al oficialismo, otros más opositores- sumaba una
banca y quedaba con cinco. El PJ se quedaba con cuatro lugares. El PRO pega el
salto y pasa de un sólo edil a tener cuatro. El PPS (aliado del del PJ) retiene
sus dos espacios. El ARI y el Proyecto Sur siguen con sus únicos representantes.
Es decir, de una
marcada primera minoría socialista que con sus aliados hasta ahora podía
llegar a once ediles (y contar con una mayoría por el doble voto del presidente
del cuerpo), la nueva distribución de fuerzas es mucho más pareja y el oficialismo
deberá sentarse a negociar cada proyecto.
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