El 24 marzo de 2012 estaremos en la Plaza de Mayo recordando a nuestros compañeros desaparecidos y asesinados por el terrorismo de estado, festejando los años de democracia, aunque con muchas deudas sociales y genocidas aún impunes.
Aplaudiendo a los testigos y querellantes, Madres de Plaza de Mayo, Abuelas, HIJOS, Familiares y todas las organizaciones de derechos humanos en su conjunto, que han permitido que muchos terroristas de estado, militares, policias, gendarmes, servicios, jueces y civiles puedan estar entre rejas. Condenados por las consignas de Memoria, Juicio y castigo. Basta de impunidad. Cárcel a los genocidas. Que hemos llevado adelante todo este tiempo. Aún contra las leyes de perdón, indultos, punto final y obediencia debida.
Estamos repudiando una dictadura, producto de un golpe cívico-militar que trajo la muerte, la persecución ideológica del que pensaba distinto, de las organizaciones sociales, gremiales y políticas que se nucleaban para resistir. No podemos olvidar que uno de los factores centrales de estas persecuciones fue el accionar del Terrorismo de Estado iniciado por la Triple A, con la complicidad de políticos conservadores, empresarios y sindicalistas participes con acción y delación, en la cacería de los compañeros y compañeras que luchaban por un país mas justo e independiente de los imperialismos de época.
El terror, la eliminación física de los disidentes, la entrega del país al neoliberalismo económico, la caída del salario real de los trabajadores, la precarización laboral instaladas en la época, fueron la marca notoria del objetivo de subordinarnos, de acallar las voces y organizaciones que confrontaban con el modelo económico y social impuesto por las jerarquías militares, empresarias, sindicales y eclesiásticas. Este modelo siguió vigente muchos años en democracia y aún hoy permanece en su estructura central.
Nuestra lucha sigue en pié para revertir injusticias que aún no se han logrado modificar, por impericia, porque los enemigos han sido mas fuertes o por falta de voluntad política de los gobiernos circunstanciales. La pobreza creciente, la exclusión social, la falta de acceso a la educación y la salud. La violencia contra la mujer, su derecho a decidir sobre su cuerpo. Mayor apoyo a las Pymes. La corrupción de arriba, la contaminación producto de la prioridad del enriquecimiento antes que el respeto por la salud. Los juicios de lesa humanidad pendientes. La dependencia económica de las provincias respecto al poder nacional ante la falta de un federalismo real. Son algunas de las deudas que aún siguen vigentes.
Los discursos no alcanzan para una mejor distribución de la riqueza, sobre todo si la corrupción sigue siendo un valor de cambio en el mercado e impulsado para proyectos ambiguos. La estructura financiera intacta, la vigencia de patrones de estancia provinciales que ejercitan permanentemente la represión ante los mínimos reclamos, muestra que esta democracia aún tiene patas muy débiles. Esencialmente si se pretende cambiar la matriz de un país acosado por demasiadas corporaciones y temores, infundidos en épocas dictatoriales y profundizados por gobiernos con pretensiones hegemónicas.
Los sectores de derecha acechan permanentemente por recuperar sus privilegios. Lo vemos claramente en las políticas de Macri en Buenos Aires o numerosos gobernadores del interior del país.
El campo popular tiene la responsabilidad de no pretender convertir a los disidentes en levantamanos ni cobrasueldos del poder, sino en pensamiento critico para generar debate sobre un proyecto nacional.
El 24 de marzo es un día de lucha, no es un feriado común. Nadie se puede apropiar del mismo por mas poder que se pretenda ejercer. Con los ojos vigilantes, los oídos y la mente abierta. Tengamos memoria y compromiso social. La lucha continúa.
Partido SI Santa Fe
Oscar Belbey Gustavo Gamboa Eduardo Depiante
Diputada Provincial Dra. Alicia Gutiérrez
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